Juan "Pico" Mónaco entró al court 18 del All England Club con un sueño, el sueño de seguir avanzando a paso firme en el camino de lograr la tan ansiada presea para nuestro país. Para eso debía superar al español Feliciano Lopez, de presente irregular, pero siempre complicado en este tipo de superficies. El trámite comenzó con un Pico muy enfocado y con la idea de liquidar a su rival en el menor tiempo posible. Todo parecía fluir de manera perfecta para el tandilense, el saque funcionaba a la perfección, y sus golpes lastimaban y mucho a un Feliciano, que desconcertado, no encontraba respuestas para detener al inspirado Pico. Un quiebre en los primeros juegos, le permitió a Mónaco adelantarse en el marcador por 4-1 y su sueño de continuar en el sendero hacia la medalla era cada vez más real. Pero de repente, empezó otro partido, ese soñar placentero y ameno, comenzó a transformarse en pesadilla, una pesadilla en la que quedó atrapado y no podía despertar. Su mejor arma, la derecha, comenzó a ser irregular y los errores no forzados comenzaron a aumentar. Mientras tanto, el mismo Feliciano que hasta unos momentos atrás había estado contra las cuerdas, comenzó a crecer y a mostrar porque no debía dárselo por acabado. Y lo que antes era el partido perfecto de Pico pasó a serlo para el español. Su saque comenzó a lastimar y su revés con slice y sus subidas a la red comenzaron a darle vida en el encuentro, y de esta forma encadenó cinco juegos en forma consecutiva para llevarse el primer parcial por 6-4.
En el segundo parcial Mónaco trató de buscar variantes, pero su oponente ya estaba demasiado sólido con todos sus golpes. Cada uno mantuvo su servicio hasta el cuarto juego y allí Lopez tomó el servicio del argentino.Quizá ese fue el golpe que terminó de derribar a nuestro legionario. El español sólo tuvo que mantenerse como hasta ese momento y lo hizo. Pico siguió luchando pero no pudo recuperar ese break, y López no dudó ni un instante cuando le tocó servir para match y cerrar el segundo parcial por 6-4 y de esta forma lograr el pase a los octavos de final, donde lo espera el francés Jo Wilfried Tsonga.
De esta forma Juan Mónaco se despide de este sueño de medalla, de esta ciudad de Londres donde demostró que, a pesar de la caída de hoy, puede jugar y de buena forma en el difícil césped. Nada para reprocharse, sólo que hoy las cosas no salieron como hubiese querido. Esta derrota bajo ningún punto de vista puede dar lugar a cuestionamiento alguno del lugar ganado por Juan Mónaco en el top ten. Pero si hay algo que siempre hay que recordar, es que el deporte siempre da revancha, y para Pico la revancha está a la vuelta de la esquina.
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