lunes, 6 de agosto de 2012

Argentina Vs USA: Rápido y Furioso

Argentina saltó a la cancha decidido a dar el gran golpe frente a su par de EE.UU, y el encuentro puede ser dividido en dos películas totalmente diferentes.

La primera mitad fue de un ritmo frenético, casi vertiginoso. Donde se vio a nuestra Generación Dorada enfocada y muy bien plantada ante los NBA y dispuestos a hacer lo que fuese necesario para mantenerse lo más cerca posible. 

Los dos primeros cuartos fueron jugados en un nivel superlativo por los dos conjuntos. A un ritmo "Rápido y Furioso" dejaban la vida en cada jugada. Un equipo norteamericano que era letal con sus tiros de larga distancia y cuando lograba romper la bien plantada defensa de la Argentina imponía el rigor de su superioridad física. 

Pero Argentina también respondía, uno tras otro, no se dejaba apabullar, con una excelente dinámica de juego que incluía una optima circulación de balón, un Manu Ginóbili en excelente nivel, un Campazzo cada vez más afianzado y con la confianza en alza en la conducción, los triples del "Lancha" Delfino, un Scola que cumplió un buen trabajo debajo de los tableros y Nocioni que, si bien no tuvo el mismo nivel del partido frente a Nigeria, acompañó muy bien. Gracias a esta entrega el primer cuarto cerró con un ajustadísimo 34-32 en favor de los dirigidos por Krzyzewski. 

En el segundo cuarto la dinámica del partido fue similar, y siendo sinceros, nos ilusionamos con el triunfo. Argentina seguía palmo a palmo el alocado ritmo del partido. No se despegaba del marcador y eso era importante, la idea era seguir lo más cerca posible para intentar dar el zarpazo en la segunda mitad. 

Estados Unidos siguió apelando a sus tiros de larga distancia que ya a esta altura eran casi detestables. Pero nos calmaba ver como estos chicos seguían enfocados. Apareció Leo Gutierrez con un par de "bombas" y jugadas increibles de Manu y compañía. La ilusión era grande, el sueño crecía y salir vencedores cada vez sonaba más fuerte en nuestras cabezas, y seguramente en la de ellos. Fin de la primera mitad...60-59 a favor de los "Chicos" NBA. 

Hasta acá fue un partido...no sabemos que pasó en el vestuario norteamericano, pero lo que sí sabemos es lo que pasó en la cancha, y no fue nada parecido a lo que se venía viendo. 

En la segunda mitad el combinado estadounidense salió decidido a mostrar todo su poderío y a comenzar a poner en claro que ellos deben ser llamados "Dream Team". Mostraron una potencia fuera de serie, siguieron intratables en tiros de larga distancia y desbordaron a una selección Argentina que quedó descolocada y le fue imposible seguir el ritmo de juego que impusieron los "Yankees". El parcial de 42-17 que marcó el tercer cuarto prácticamente sentenció la historia y Julio Lamas comenzó a mover el banco de suplentes.

El último cuarto mostró más de lo mismo, un equipo norteamericano que ya se floreaba con lujos y triples de otra dimensión, y...con algunas actitudes que molestaron a muchos de los nuestros. Por su parte Argentina bajó las persianas del encuentro y su cabeza ya comenzaba a estar en el cruce del miercoles frente al seleccionado de Brasil, quien venció a España en un partido que generó muchas sospechas por el resultado y toda la previa que había girado en torno al mismo. 

Sobre el final del partido se vivió un momento especial, ya que cuatro de los cinco argentinos en cancha eran integrantes del tricampeón de la Liga Nacional, Peñarol de Mar del Plata, sí no es cuento, por unos instantes era el mismísimo "Milrayitas" versus al "Dream Team". Facundo Campazzo, Martín Leiva, Leonardo Gutierrez y Marcos Mata con la ayuda de Hernán "Pancho" Jasen como refuerzo vivieron un momento especial, y les tocó cerrar el encuentro con un marcador final de 126-97. 

Esta vez fue derrota, pero digna. No hubo especulaciones de ningún tipo, se jugó a matar o morir y se hizo lo posible hasta donde Estados Unidos lo permitió. Ahora comienza una nueva etapa, un nuevo camino donde no se puede errar y el miércoles se tendrá, por los cuartos de final, un duro rival como es la selección de Brasil, dirigida por Rubén Magnano, campeón en Atenas 2004 con la Argentina. 

Hoy no se pudo, pero una vez más quedó a la vista de que estamos para pelear por una medalla, que el juego cada vez se perfecciona más. Se ve que estos engranajes de la maquina llamada "Generación Dorada" están cada vez más aceitados y empiezan a tomar vuelo, un vuelo con un destino final ansiado por todos, un destino final llamado..."Podio".



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