5-4...40-30...Juan Martín Del Potro a un paso de la gloria, a un punto de obtener la medalla de Bronce en estos Juegos Olímpicos de Londres 2012, a una palabra de terminar de escribir uno de los capítulos más importantes de su carrera tenística e ingresar su nombre a la historia olímpica del tenis argentino.
"En el último punto temblaba" confesó el argentino. Pero sinceramente, no se notó. No le tembló el pulso para ejecutar un tremendo servicio que no iba a tener respuesta por parte de su rival, el serbio Novak Djokovic.
Fue emocionante ver como cayó de rodillas sobre el castigado césped del All England Club. A más de uno se nos escaparon varias lágrimas cuando saludó con un fraterno abrazo a su vencido y, a más de uno se nos infló el pecho de orgullo cuando vimos flamear la bandera Argentina y a Juan Martín recibir la primera presea para nuestro país.
El color de la medalla no importa, lo que hay que destacar es la entrega de este gran deportista, la capacidad de reponerse tan rápidamente de lo que fue la derrota en ese partido épico contra el más grande tenista de la era moderna, el suizo Roger Federer. Su dolor era genuino "Lloré como hasta las 3 de la madrugada, descargué todo y eso me hizo descansar bien y reponer energías", contó sin vergüenza un Juan Martín Del Potro emocionado hasta las lagrimas.
En lo que respecta al trámite del encuentro, el mismo comenzó con retraso. Era tal la expectativa que generaba el partido entre estos dos grandes que ni la mismísima lluvia quiso perdérselo, pero hubo que explicarle que ella no era bienvenida en esta cita y que por favor tenía que retirarse. Costó un tiempo convencerla pero finalmente entendió y permitió que se comenzara a disputar el match.
Desde el principio se vio a un Del Potro enfocado, jugando potentes tiros desde la base, moviendo al serbio y apoyado, también, en un gran servicio.
Con el marcador 3-2 a favor del número 2 del ránking, otra vez apareció ella, otra vez la lluvia dijo presente y el partido debió pararse por un tiempo. Una vez dadas las condiciones, el cotejo se reanudó y cada uno siguió desplegando un tenis de alto vuelo.
El marcador igualado en 5 juegos por lado mostraba a las claras lo que estos dos enormes tenistas estaban entregando. Pero había un dato que no podía ser pasado por alto. Hasta este juego, el serbio solo había perdido un punto con su saque...sí un solo punto...Pero allí Juan Martín apeló a su garra y a sus potentes golpes para lograr el quiebre que le permitiera servir para quedarse con el primer set, y eso fue lo que hizo, con la misma firmeza que mostró durante todo el desarrollo del partido no dudo y se adueño del primer parcial por 7-5.
El segundo capítulo de esta película mostró a un Del Potro aguerrido, confiado y que no mostraba signos de la batalla que había tenido que sostener con Roger Federer el día viernes. Cada uno siguió mostrándose solido con su servicio pero fue el oriundo de Tandil el que pegó el golpe tomando el saque de "Nole", para luego con el suyo confirmarlo y tomar una ventaja de 3-1.
El argentino siguió pegando, y sus golpes eran cada vez más certeros y dolorosos para un Djokovic que de a poco se fue resignando y el Delpo se encaminó a culminar su obra.
El resultado final de 7-5 6-4 mostró la madurez lograda por nuestro legionario, que comienza a advertir al mundo de que está preparado física y mentalmente para enfrentar y vencer a cualquiera que se le ponga por delante. Que su tenis está cada vez más fino y que cada vez mejor se adapta a todas las superficies.
Hoy Juan Martín Del Potro demostró que sí le puede ganar a los que están por encima de él y que pronto será su tiempo, el tiempo de las victorias resonantes como aquella del US Open 2009, el tiempo donde su nombre se inscribirá en más y más trofeos.
Hoy todos nos sentimos orgullosos de él, hoy todos vibramos y sentimos las emociones más intensas. Hoy Juan Martín Del Potro demostró que con Roger Federer había perdido una batalla pero no la guerra, y que iba a dar todo de sí para darle a nuestro país esta hermosa medalla de bronce.
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